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Cómo conseguir un préstamo para tu empresa

30/12/2022

Un préstamo bancario favorece la financiación a corto plazo de una empresa, aunque hay que cumplir algunos requisitos para poder concretarlo.

Solicitar un préstamo bancario es una de las formas más habituales de conseguir financiación por parte de una empresa. A cambio del dinero que ésta recibe, el banco impone unas condiciones a la compañía con unos plazos de devolución y un tipo de interés determinado. Antes de solicitar un préstamo, hay que tener en cuenta distintos elementos, como el capital que se necesita y para qué, por cuánto tiempo se podrá asumir la deuda o si existen otras alternativas de financiación posibles. También es crucial conocer la salud financiera de la empresa y su solvencia financiera, ya que gracias a ellas es posible calcular su capacidad real de endeudamiento.

Requisitos para solicitar un préstamo

Los bancos suelen exigir una serie de requisitos básicos a las empresas que quieren solicitar un préstamo:

  • Disponer de un plan de negocio. Según sea su plan de negocio, el banco examinará la viabilidad económica de la empresa para evaluar su capacidad de poder devolver el préstamo. Este documento también permite conocer el porcentaje de endeudamiento de la entidad y hasta qué nivel aumentaría si se concediera el préstamo.
  • Contar con un aval. Por medio de un aval, una tercera entidad garantiza que el banco recuperará su dinero en caso de impago por parte de la empresa.
  • Tener la sede fiscal en España.
  • Antigüedad. Los bancos ofrecen préstamos tanto a empresas que quieren crecer como para compañías de reciente creación.
  • Buen historial financiero. La empresa no debe figurar en listados de morosos como, por ejemplo, el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI).

Documentación a presentar

Entre la documentación que suele pedir un banco a las empresas para acceder a un préstamo, cabe destacar:

  • Declaración más reciente del impuesto sobre actividades económicas (IAE).
  • Declaración del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del año anterior y del año en curso.
  • Justificante de pago del impuesto sobre sociedades.
  • Balance de la facturación de la empresa.

Otras fórmulas de financiación

Además de los préstamos, una empresa puede valorar otras alternativas de financiación bancaria. A corto plazo, puedes decantarte por una línea de crédito, que es una cantidad de dinero que el banco pone a disposición de la empresa durante un periodo de tiempo y solo pagarás intereses por el importe del que finalmente hayas dispuesto. A largo plazo, puedes optar por:

  • Leasing. Es un contrato de financiación por el que el banco adquiere un activo que utiliza la empresa para su actividad productiva a cambio del pago de un canon, teniendo en cuenta el tipo de interés aplicado.
  • Renting. Es un alquiler a medio y largo plazo de determinados bienes, como vehículos, placas fotovoltaicas o maquinaria industrial, que una empresa puede utilizar en el desarrollo de su actividad. Funciona como un contrato de alquiler con una cuota mensual que se paga al banco. Banco Sabadell ofrecen opciones de renting para diversos sectores para financiar equipos de electromedicina, de bienestar y sanitarios, equipamiento para farmacias y bienes para un negocio turístico.

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  • Subvenciones públicas. Se gestionan a través del banco y es necesario cumplir con ciertos requisitos para optar a ellas, como las líneas de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de colaboración con los Gobiernos autonómicos o el fondo europeo Next Generation EU.
  • Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Son entidades financieras que facilitan el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y mejoran sus condiciones de financiación.

Las entidades bancarias también ofrecen a las empresas otras posibles vías para incrementar su liquidez, como:

  • Factoring. Consiste en la cesión al banco de los derechos de cobro de las facturas de la compañía.
  • Confirming. Permite al banco gestionar los pagos de la empresa a sus proveedores y los garantiza a través de plazos más largos.
  • Descuento comercial. Posibilita a la empresa anticipar el importe de los derechos de cobro con respecto a sus deudores, derivados de las operaciones propias de su actividad comercial y de los créditos comerciales no vencidos con terceras personas.
  • Remesas de cheques. Permite a una entidad realizar la negociación y la compensación mediante cheques y pagarés en cualquier momento.

En cualquier caso, antes de solicitar un préstamo es recomendable contar con el asesoramiento profesional de un experto como el de la entidad bancaria, que te puede ayudar en todo momento a tomar la decisión más acertada y resolver las dudas que puedas tener.

¿Quieres que un experto te aconseje sin ningún tipo de compromiso sobre qué le conviene más a tu empresa? Déjate asesorar por un especialista.

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