Abandonar el ‘nido’ es algo que a los jóvenes españoles les cuesta más que a sus homólogos europeos. La edad media de emancipación en Europa es de 26 años, mientras que en España la edad media es de 29, según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Pero, cuando por fin lo hacen, ¿qué buscan los más jóvenes? Lo cierto es que adquirir una vivienda es lo ideal para muchos, pero no todos pueden permitírselo, al menos en la situación actual. Para profundizar más en ello, los expertos del Instituto de Valoraciones han analizado la actividad de este grupo poblacional en el ámbito inmobiliario, arrojando luz sobre las tendencias que están marcando el acceso de los jóvenes a la vivienda en propiedad a día de hoy.
Viviendas que se adaptan a los nuevos hábitos
Con la COVID-19, muchas personas se han dado cuenta de que sus vidas pueden cambiar de un día para otro y han empezado a valorar ciertas comodidades del hogar que antes pasaban desapercibidas. Tanto es así que, desde Idealista afirman que “los que ahora quieren vivir en localidades más pequeñas, además de un precio más reducido -las viviendas situadas en pueblos son de media un 52% más económicas que las que están en las capitales de provincia-, buscan comodidades como terraza, jardín, piscina, mayor luminosidad o más espacio”.
Así, ahora el interés de los jóvenes se dirige a viviendas más espaciosas y adaptadas a sus necesidades. A este respecto, Francesc Julià, director de marca en Kave Home, comenta en el Podcast de Banco Sabadell que “antes de la COVID-19, la mayoría de nosotros vivía de espaldas a su hogar, sin dedicar mucho tiempo ni recursos a hacerlo más confortable. Nos hemos dado cuenta de que nuestras casas no estaban preparadas para pasar tanto tiempo en ellas, por el confinamiento y por el teletrabajo. Y, ahora, hemos cambiado el enfoque y hemos entendido que invertir en interiorismo es invertir en calidad de vida”.
En este sentido, las viviendas unifamiliares suelen tener todas las facilidades para satisfacer estas demandas. De hecho, en el tercer trimestre del año, la compraventa de viviendas unifamiliares ocupó un 20,43% del total de las transacciones, marcando el máximo de la serie histórica, según el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España. Estos hogares, más amplios, luminosos y con extras que raramente se encuentran en los inmuebles residenciales en bloque, se presentan como una buena inversión a largo plazo.
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Interés por las viviendas sostenibles y eficientes
En los últimos meses, coincidiendo con el confinamiento, las prioridades a la hora de buscar una vivienda han cambiado y ha cobrado mayor importancia aspectos como vivir en entornos con mejor salud medioambiental. Tanto es así que, entre marzo y mayo, “creció el interés por adquirir viviendas en pueblos de menos de 5.000 habitantes y estas concentraban en el mes de noviembre casi el 15% de las búsquedas”, comentan los expertos del portal inmobiliario.
No obstante, este cambio de residencia hacia zonas rurales parece más una característica puntual y circunstancial que un cambio permanente, apunta Federico Servetto, director de Estrategia de Clientes de Banco Sabadell, ya que es muy difícil que se produzca un éxodo urbano hacia regiones rurales, aunque sí es cierto que en zonas más alejadas del centro de las ciudades se pueden encontrar opciones más competitivas con las características antes mencionadas: más espaciosas, más abiertas, con terrazas, etc. Con todo, “las urbes seguirán siendo el polo de atracción del talento, de los negocios y de la vida cultural y, por lo tanto, el principal foco de demanda de viviendas”, señala Servetto.
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Aquí es importante señalar que las viviendas de obra nueva suelen cumplir en mayor medida con estos parámetros. Y, además, las nuevas construcciones tienen en cuenta otras cuestiones desde el punto de vista de la eficiencia energética, algo que el público más joven cada vez valora más. Así, este grupo poblacional se siente más atraído por los inmuebles nuevos que cuenten, por ejemplo, con placas solares o ventanas de PVC o aluminio que favorezcan el ahorro energético, pues ello también supone un menor coste económico a final de mes.
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Condiciones de financiación favorables para los jóvenes
La financiación es una de las principales limitaciones con las que se encuentran los jóvenes a la hora de comprar una vivienda, por el alto importe que supone costear la entrada para la misma. Lo habitual es que se requiera pagar alrededor del 20% del valor del inmueble a la entrada, más gastos de notaría, registros, IVA, etc. La buena noticia es que se están estudiando alternativas que puedan facilitar el acceso a la vivienda en propiedad, como, por ejemplo, la colaboración público- privada.
Con todo, la Eurozona se encuentra con el euríbor en mínimos históricos, y aunque los tipos pueden empezar a subir cuando la situación económica mejore, todo apunta a que dicha subida será lenta y progresiva.
En esta misma línea, desde Idealista, destacan que “la caída del euríbor, establece los tipos de interés en mínimos históricos y podría adelantar un 2021 con hipotecas con condiciones muy favorables para los compradores”. Por lo tanto, este entorno de tipos bajos ofrece muchas posibilidades al comprador, entre ellas, la de contratar hipotecas a tipo fijo, si bien es cierto que, mientras los tipos de interés no se disparen, los préstamos variables siguen siendo más ventajosos.
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Las ayudas del Estado, claves para los más jóvenes
Con el objetivo de adelantar la edad de emancipación en España, tanto las administraciones nacionales como las autonómicas están ofreciendo ayudas a los jóvenes españoles para que puedan adquirir una vivienda propia. Un ejemplo es el Plan Estatal de Vivienda 2018- 2021 desarrollado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ofrece una ayuda directa a los menores de 35 años para la adquisición de viviendas en municipios de menos de 5.000 habitantes y que recientemente ha sido ampliado hasta finales de 2022.
Con todo, durante el 2020, las compraventas cayeron de forma “abrupta”, según los expertos de Idealista. En primer lugar, esto se explica por el cierre de los mercados durante el confinamiento y, posteriormente, por el aplazamiento de muchas de las operaciones, las cuales es muy posible que se realicen en 2021. Durante este año, es probable que se produzca un repunte en el número de operaciones de compraventas, y es de esperar que se alcancen los niveles pre- COVID- 19.