El aterrizaje en España del Fondo de Recuperación Europeo, también conocido como Next Generation EU, está cada vez más cerca. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español ha recibido luz verde por parte de la Comisión Europea y lo ha hecho con la nota máxima. En Bruselas lo han definido como “ambicioso, previsor y preparado para construir un futuro mejor para los españoles”.
El país ha sido el segundo de la Unión Europea (UE), por detrás de Portugal, en recibir el visto bueno del Ejecutivo comunitario. Ahora es el turno del Consejo de la UE. Los ministros de Economía y Finanzas podrían dar su beneplácito en su cita del próximo 13 de julio desactivando los primeros 9.000 millones de euros de prefinanciación. Tanto Bruselas como Madrid esperan que este primer paquete de ayudas aterrice en el país a finales de julio.
España se dispone así a recibir en torno a 69.500 millones de euros en transferencias en los próximos cinco años. El primer pago, que se prevé que se realice a finales de julio de este año, consta de 9.000 millones de euros, un 13% del plan. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado que este porcentaje se entregará como anticipo a cada país para el que se apruebe el Fondo de Recuperación Europeo. A España le corresponden un total de 140.000 millones de euros, de los cuales la mitad son créditos a devolver. El país todavía no ha formalizado la petición de estos créditos, y tiene de plazo para hacerlo hasta 2026.
Una segunda entrega de dinero tendrá lugar a finales de 2021, pero esta, a diferencia de la primera, se supeditará a la comprobación de que los planes en marcha cumplen los requisitos acordados y avanzan hacia sus objetivos.
La siguiente entrega, por valor de 12.000 millones de euros, se anticipa para la primavera de 2022. Cada seis meses, la Comisión Europea someterá a revisión el cumplimiento de los hitos pactados con los Estados miembros. El PRTR español lo conforman 110 inversiones, 102 reformas y 416 hitos y objetivos, cuya puesta en marcha busca incrementar en dos puntos porcentuales el producto interior bruto (PIB) en los próximos dos años y crear 800.000 nuevos puestos de trabajo.
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El país podría recibir hasta 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en los próximos seis años del Fondo de Recuperación Europeo. El Gobierno ha descartado, de momento, hacer uso de los préstamos y se ha centrado en las ayudas a fondo perdido. En cualquier caso, se trata del mayor reto inversor y de reformas de las últimas décadas en España. “Queremos un país moderno y líder en las grandes transformaciones. Este carácter reformista del Plan de Recuperación prevé avances importantes en la modernización de la estructura económica y social de España”, señaló Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, en la rueda de prensa conjunta con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión.
“Este Plan transformará profundamente la economía española, haciéndola más verde, más digital y más resiliente. Hemos apoyado este plan porque es ambicioso, previsor y ayudará a construir un mejor futuro para los españoles”, apuntó Von der Leyen, que tras Portugal hizo su segunda parada en España para después visitar Grecia, Luxemburgo y Dinamarca en su ‘tour por la recuperación’.
El documento recoge medidas concretas como la creación de un plan de choque contra el desempleo juvenil o la reducción de los tipos de contratos disponibles. “El Plan hace un hincapié muy necesario en la creación de empleo y en las generaciones jóvenes, con medidas para hacer frente al desempleo juvenil, mejorar la oferta de cualificaciones pertinentes para el mercado laboral y mejorar el entorno empresarial y la administración pública”, destacó el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
El Ejecutivo comunitario explica en el comunicado sobre el análisis que sus decenas de técnicos han destacado que el Plan español “incluye una extensa gama de reformas que se refuerzan entre ellas e inversiones que contribuyen a atajar por completo o reducen significativamente los desafíos económicos y sociales destacados en las recomendaciones específicas para el país”.
Sostenibilidad y digitalización en la diana de la transformación
Bruselas ha valorado particularmente el hincapié del Gobierno español en fomentar la transición ecológica y la transformación digital. Los objetivos europeos es que los países destinen, al menos, el 37% del fondo en el ámbito sostenible y el 20% en el de la digitalización. El PRTR español eleva esta apuesta y contempla dedicar el 40% y el 29%, respectivamente.
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La agenda verde y digital ya eran los núcleos duros de la agenda de Von der Leyen para esta legislatura cuando asumió su cargo en 2019. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 ha acelerado esta transformación hacia unas sociedades más sostenibles y resilientes. Los Estados miembros comenzarán a recibir las ayudas del Fondo de Recuperación Europeo un año después de su aprobación. Esta decisión también marcó otro hito en la historia comunitaria: la emisión de deuda conjunta de forma masiva por primera vez. Pocas horas antes de aprobar los planes nacionales de Lisboa y Madrid, la Comisión lanzó la mayor emisión de bonos captando los primeros 20.000 millones de euros para financiar Next Generation EU. La demanda fue siete veces superior a la oferta.
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