Uno de los grandes damnificados por la COVID-19 ha sido el campo. El sector primario ya estaba revuelto antes de la declaración del estado de alarma. Y previamente al alud de informaciones sobre la pandemia, no era extraño contemplar como los tractores habían tomado las avenidas de las principales ciudades.
Europa se ha volcado para ayudar al sector y, en aras de la vuelta a la nueva normalidad, la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, presentó el pasado 27 de mayo una propuesta por la que se dota de una cantidad adicional a la Política Agraria Común (PAC), a través del Instrumento Europeo de Recuperación Next Generation UE. Esta medida supone un incremento global de 26.434 millones de euros para la política agraria, que actualmente beneficia a 700.000 perceptores en España.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación español, Luis Planas, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, señaló que la propuesta supone un reconocimiento al papel que juega la PAC en la sociedad europea, que ha quedado de manifiesto con la crisis de la COVID-19, en la que el sector agroalimentario ha garantizado el abastecimiento de alimentos a la población durante el periodo de confinamiento.
También indicó que la PAC debe ser el principal apoyo que permita al sector afrontar la transición hacia un modelo más sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
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Ayudas de la PAC
El 1 de febrero se dió el pistoletazo de salida para que más de 693.000 productores presentaran, hasta el 30 de abril, la solicitud única de las ayudas directas de la PAC. El importe total de estas ayudas asciende a 4.954 millones de euros, que se podrán abonar en forma de anticipos a partir del 16 de octubre, y el saldo a partir del 1 de diciembre. Pero la COVID-19 ha trastocado estos planes y el Ministerio de Agricultura, y la Comisión Europea, a petición de España y otros países, ha prorrogado el plazo hasta el 15 de junio.
Ante la complicada situación que atraviesa éste y otros muchos sectores de la economía española, las administraciones públicas y privadas han aunado esfuerzos para facilitar en la medida de lo posible el acceso a financiación. El Gobierno ha lanzado una Línea de Avales para garantizar la liquidez de empresas y autónomos. Si bien, las empresas han demandado una mayor agilidad en la concesión de estos avales por parte de los organismos públicos.
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En este contexto, las entidades financieras han puesto en marcha una serie de medidas para adelantar pagos a los ciudadanos. Hablamos de medidas como el adelanto del pago de las pensiones o de la prestación por desempleo para los afectados por un ERTE, pero también se anticipan las ayudas del sector agrícola. En el caso de la PAC, esta medida ”permite anticipar la ayuda desde el momento en que se solicita la PAC no tan solo con unas condiciones financieras muy favorables, sino con la capacidad de cancelar el anticipo en la fecha exacta que lo requiera el cliente, además de poderlo hacer parcial o totalmente, o ajustando la amortización de las cuotas a las fechas señaladas por los clientes”, explica José Antonio Morante, director de Segmento Agrario de Banco Sabadell. Asimismo, se ha puesto en marcha otra serie de medidas para facilitar el acceso a liquidez, por ejemplo, en Banco Sabadell se ofrece acceso a financiación con garantía de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria, y subvención del 100% del aval por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Es decir, sin coste alguno para el profesional productor. Asimismo, la entidad está suscrita al convenio IGAPE, por que ofrece financiación a tipos de interés competitivos en los territorios pertinentes, añade José Antonio Morante.
La digitalización del sector, clave para la recuperación
La transformación digital y el Big Data ofrecen grandes oportunidades al medio rural en general y al sector agro en particular, por lo que se convierten en grandes aliados para combatir el despoblamiento. La digitalización, a la par de ofrecer igualdad de oportunidades en términos de servicios, empleo y posibilidades de desarrollo, también contribuye en el incremento de la productividad y eficiencia del sector primario, así como dota de futuro a la vida en el medio rural al hacer de este entorno un lugar más atractivo, especialmente, para la gente joven. De hecho, ya está en marcha el I Plan de Acción 2019-2020. Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario y Forestal y del Medio Rural.
Para ayudar a la necesaria digitalización del sector, cada vez son más las herramientas puestas a disposición de los productores. En un contexto de crisis como el actual, es más importante que nunca contar de una manera ágil con la información y los datos imprescindibles que permitan a los empresarios agrícolas tomar las mejores decisiones: disponer de los precios de las principales lonjas del país, conocer la climatología local o el estado de los embalses son algunos ejemplos que aglutinan este tipo de herramientas digitales para agricultores y ganaderos, explica José Antonio Morante.
