Cada año saltan al argot emprendedor nuevos conceptos tecnológicos que suponen un antes y un después en el desarrollo de un mercado irreversiblemente conectado. Algunos pueden ser solo una moda, pero los hay que marcan algo más que una tendencia pasajera y abren caminos que, en mayor o menor medida, transformarán la sociedad. Es el caso de blockchain, aunque su uso y aparición se remonta a los tiempos del nacimiento del bitcoin. Y de eso hace ya más de una década.
¿Qué es la tecnología ‘blockchain’?
Blockchain, traducido como ‘cadena de bloques’, se refiere a una estructura de datos en la que la información está contenida de forma cifrada y no centralizada. A través de esta tecnología, cualquier dato digitalizado puede ser transferido sin necesidad de centralizar la información en un servidor que esté controlado por una organización o empresa que verifique o compruebe, sino que se transfiere y graba en bloques encadenados entre sí, de forma abierta pero segura.
Para hacernos una idea más clara, podemos imaginar el blockchain como una hoja de cálculo compartida entre miles de equipos. Si uno de estos equipos actualiza la información, el resto dispone de esa nueva base de datos modificada de forma inmediata. Fue la tecnología que sirvió para apoyar al bitcoin con una base de datos que compartiera cualquier registro de forma sistemática. Imprescindible para garantizar transacciones que, como en el caso de las criptomonedas, no están al amparo de ningún banco o autoridad.
Hoy son muchas las start-ups, empresas tecnológicas, consultorías y proveedores de servicios de comunicaciones que se han volcado en el desarrollo de productos y servicios basados en el blockchain y tecnologías asociadas. Igual que ha sucedido con la Inteligencia Artificial, Machine Learning o Deep Learning, Big Data o IoT, el mercado está orbitando alrededor del blockchain, cuyo valor en 2023 podría alcanzar los 15,90 millones de dólares según datos de la consultora IDC gracias a sus múltiples usos.
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Aplicaciones del blockchain
Lo cierto es que, más allá del ámbito de las criptomonedas, las aplicaciones del blockchain o cadena de bloques, con atributos como la transparencia, la desintermediación y la trazabilidad, son ilimitadas. Más cuando la Inteligencia Artificial y el Big Data entran en juego. Estos son algunos de ellos:
Fintech
Que la banca aplique soluciones tecnológicas a los servicios que presta ha dado como resultado una alianza plenamente consolidada denominada Fintech. Transferencias, compras, préstamos, ingresos, inversiones, etc. Añadir la tecnología blockchain a la ecuación proyecta un mundo de posibilidades de mejora en este ámbito reduciendo intermediarios y aumentando la seguridad.
Energía
La tecnología blockchain también está llamada a sacudir los cimientos del sector energético con el objetivo de mejorar la eficiencia de, por ejemplo, la gestión de picos de consumo, el trading mayorista o la compraventa de energía sin necesidad de intermediarios, con transacciones seguras, encriptadas y anónimas. La primera experiencia de transacción de energía con tecnología blockchain en España tuvo lugar en 2018 de la mano de Gas Natural Fenosa y Endesa.
Identidad digital
Verificar que somos quien decimos ser es uno de los ámbitos en los que el blockchain tiene mucho que decir -y mejorar lo que Internet no ha conseguido hasta ahora-. El uso de esta tecnología viene a revolucionar los servicios de firma electrónica, verificación de documentos e identidad digital haciendo uso de sus principales atributos: trazabilidad, automatización, seguridad e inmutabilidad. Sus aplicaciones se extienden hasta cualquier sector. British Airways, por ejemplo, ha implementado esta tecnología para administrar los datos de vuelo y verificar la identidad de viajeros.
Logística
La trazabilidad es un aspecto clave en el sector logístico. Por ejemplo, garantizar y conocer el origen de los alimentos a través de programas blockchain en los que la información se transfiera y comparta sin riesgo de alteración puede marcar un punto de inflexión, permitiendo a empresas y consumidores acceder a todo tipo de información relacionada con su distribución. UPS es un ejemplo de empresa que ha impulsado una solución de administración y monitoreo logístico impulsado por esta tecnología. También la start-up valenciana Trazable usa blockchain para crear un registro fiable y digital de la cadena de suministro hasta llegar al punto de venta.
Salud
La sanidad es otro de los ámbitos en los que el blockchain clama al cielo. Gestión de registros, historiales, recetas, etc. La información en el sector sanitario es más sensible que ninguna a la aplicación de la tecnología blockchain para una gestión eficiente. Cualquier información relacionada con el paciente permitiría ser consultada y compartida entre centros sin que eso comprometa su seguridad y veracidad. Es precisamente el objetivo de la empresa Intervitas: que el paciente pueda gestionar y conceder acceso a su historial clínico en cualquier lugar del mundo con la máxima seguridad y privacidad.
Votaciones
¿Es posible votar sin ir a votar? ¿Y que esa votación sea 100% fiable y no pueda alterarse o ser comprometida? Votar es otro de los usos que hacen más evidente el impacto de la tecnología blockchain en la sociedad. Como cualquier otro dato susceptible de ser digitalizado, el blockchain permitiría abrir el sistema de votación y hacerlo más accesible, transparente, rápido e independiente.
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