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10 cosas en las que fijarse al elegir una vivienda

Mon Sep 16 11:34:04 CEST 2019

Buscar una nueva vivienda es un trabajo de fondo. Ya sea de compra o alquiler, requiere mucho tiempo de reflexión, llamadas y visitas. A esto se le suman muchas decisiones que se deben tomar y la ilusión de comenzar una nueva etapa. Por eso, cuando se visita la que por fin puede ser la vivienda definitiva, es fácil dejarse llevar por la primera impresión y no reparar en los detalles. 

En estos momentos es necesario tener sangre fría, pararse a pensar y centrarse en los aspectos que pueden influir en el día a día. Repasamos algunos elementos que es imprescindible valorar para tomar una buena decisión y no dejarse llevar solamente por el “me gusta”.

1. ¿Norte, sur, este u oeste?

La orientación de un edificio  es clave. Influye en la luminosidad, la temperatura e incluso en el nivel de humedad. Dependiendo de la región y del clima, será conveniente contar con una u otra.

“En una vivienda con orientación norte, se puede llegar a usar la calefacción hasta dos meses más que en una con orientación sur, en el mismo edificio y con las mismas características, ya que es más fría”, señala Juan López-Asiain, responsable del Gabinete Técnico del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE). “Esto puede suponer un ahorro del 25% en la factura, sobre todo para viviendas en la mitad norte de España”, añade. 

La orientación este-oeste también es relevante, ya que la primera contará con más luz por la mañana y la segunda, por la tarde. Lo más fácil para saber en qué dirección se orienta cada estancia es contar con un plano de la vivienda.

2. El aislamiento

Para mantener una temperatura adecuada en el interior, es fundamental que la vivienda esté bien aislada. Aunque es interesante fijarse en que las puertas y las ventanas estén en buen estado, lo más práctico es solicitar el Certificado de Eficiencia Energético (CEE). “Debería estar siempre publicado y acceder a él es nuestro derecho. Es algo básico, como preguntar cuántos litros consume un coche antes de comprarlo”, explica López-Asiain. “Lo realizan técnicos competentes y especifica el nivel de aislamiento y de consumo de cada vivienda”. 

Además, no solo hay que tener en cuenta que esté aislado desde fuera. ¿Qué pasa en su interior? Es importante que las puertas cierren bien, y no solo por temas de ruido e intimidad: el aislamiento de las habitaciones puede guardar el calor o el frío y verse reflejado en las facturas. 

3. Ruido no, gracias

El nivel de ruido del exterior puede dar también muchas pistas sobre el aislamiento de la vivienda. Pero entran otros factores en juego: la actividad de la zona, su cercanía a vías con tráfico, los vecinos… 

Asegurarse de que la vivienda es tranquila es fundamental. Por ello se recomienda observar el nivel de ruido tanto con las ventanas abiertas como cerradas. Y, si es posible, visitar la vivienda en diferentes momentos del día.

4. Revisar las instalaciones: el sistema eléctrico

Aunque para tener una visión completa de su estado es necesario contar con la ayuda de un técnico, siempre es recomendable revisar las instalaciones. Según Juan López-Asiain, la del gas no suele suponer un problema, porque tiene sus propias revisiones y en principio suele estar bien. 

Sin embargo, sí recomienda revisar la de electricidad. “Es fácil hacerse una idea de su estado gracias al cuadro eléctrico: si hay solo dos automáticos para una vivienda, está claro que es antiguo. Una vivienda nueva tiene por lo menos cinco automáticos, un diferencial y un automático general. Es decir, siete. Si tiene menos de eso, es mejor revisarlo”, señala. Los interruptores y los enchufes pueden dar otra pista. Algunos son muy viejos, lo que indica que no ha habido una reforma reciente. Además, es importante comprobar que haya suficientes enchufes. 

 

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5. La potencia del agua y el sistema de fontanería

Puede parecer un poco raro visitar un piso y ponerse a abrir los grifos, pero es más que recomendable. De hecho, lo ideal sería probar todas las salidas (o, al menos, el fregadero y la ducha) y asegurarse de que el agua, tanto caliente como fría, tenga presión para evitar sorpresas más adelante. 

Conviene examinar, además, el sistema. “Para ver si la fontanería está bien se pueden revisar los desagües. Si son de plomo (o plástico, pero viejo), es probable que la fontanería sea antigua. Si son de PVC, más moderno, es señal de que la han cambiado recientemente”, explica el responsable del Gabinete Técnico del CGATE.

6. Suelos de madera, baldosa, gres… y otros materiales

Los materiales con los que está hecha la casa cambian totalmente su estética. Pero, además, pueden mejorar su aislamiento e influyen en la temperatura. De nuevo, la elección de un material u otro varía dependiendo del clima y el tipo de vivienda. 

Los suelos y techos de madera son más cálidos, mientras que materiales como la baldosa son más propicios para mantener estancias frescas. Es importante fijarse en ellos, sobre todo en espacios como los dormitorios, en los que pasamos muchas horas al día.

7. La calefacción y aire acondicionado 

Un sistema de climatización eficiente permitirá ahorrar mucho en las facturas. Además, poder conseguir una temperatura adecuada es fundamental en un hogar. Si la vivienda cuenta con un sistema de calefacción, lo primero es saber de qué tipo es (de gas, eléctrica, con caldera y radiadores de agua, etc.). Lo segundo, fijarse en que los radiadores (u otros emisores) estén en buen estado. No hay que olvidarse de comprobar que todas las habitaciones tienen una salida de calor. 

En el caso de necesitar aire acondicionado, es aconsejable llevar preparados también unos cuantos puntos para revisar. ¿Qué habitaciones cuentan con salida de aire? ¿Está el aparato en buen estado? ¿Cuánto consume? ¿Está ubicado en lugares en los que resulta más necesario teniendo en cuenta la orientación de la casa? De nuevo, es interesante remitirse al CEE de la vivienda.

 

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8. Llega el momento de revisar la documentación

Para asegurar su conservación, habitabilidad y salubridad, las edificaciones son sometidas a controles cada ciertos años. Los principales son el IEE (Informe de Evaluación de Edificios) y el ITE (Inspección Técnica de Edificios, necesaria para construcciones de más de 50 años de antigüedad). Su incumplimiento puede llevar a sanciones muy estrictas e incluso a multas. Por lo tanto, es muy importante estar al tanto de si un edificio necesita una inspección antes de adquirirlo.

Los plazos y la metodología para realizar estas evaluaciones cambian según la comunidad autónoma. “En Madrid, por ejemplo, existe un registro online. Se introduce la calle y el número y te indica si se han pasado o no”, explica López-Asiain. “Cuando es un edificio multifamiliar, de viviendas, es raro que no las hayan pasado, pero si se compra un chalé puede haber algún problema. Recomendaría a todo aquel que quiera comprar una vivienda unifamiliar (sobre todo en una ciudad y si tiene cierta antigüedad) que vaya al ayuntamiento a consultar si tiene algún expediente abierto”.

Si la vivienda se encuentra en un edificio, es interesante pedir también la última acta de la junta de vecinos. Permite saber en qué estado se encuentran las gestiones de la comunidad y si se están pactando futuras derramas.

9. El exterior puede dar mucha información sobre su interior

En un edificio, el estado de la fachada puede dar una idea del estado del mantenimiento. Lo mismo sucede con las zonas comunes como la escalera o el vestíbulo. Si una vivienda de edificios no tiene ascensor, conviene preguntar si están planeando añadirlo, porque puede implicar una futura derrama. Si se trata de una vivienda con espacios exteriores, habrá que revisar también que todo esté en orden: muros, jardines, seguridad o garaje, entre otros.

10. El barrio y su funcionalidad

A nadie se le escapa repasar los pros y los contras de un nuevo barrio antes de mudarse. Sin embargo, a veces es difícil centrarse en lo que importa en el día a día. Aunque esto depende de las diferentes prioridades, lo fundamental es contar con servicios: zona de aparcamiento, supermercados, cercanía a paradas de transporte público y a servicios médicos, etc. Es igualmente importante prestar atención a la seguridad y al ruido.

Al elegir una nueva vivienda, es fácil dejarse llevar por algunos elementos nuevos y olvidarse de otros parámetros más trascendentes. “A veces el envoltorio puede engañarnos”, resume Juan López-Asiain. “Nos fijamos en que tenga detalles que lo hagan bonito, dejando muchas otras cosas sin revisar”. Por ello es recomendable tener mentalidad práctica, sopesar las prioridades y hacerse una buena “lista de imprescindibles” antes de visitar una vivienda.

 

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Fotografías de Neven Krcmarek, Mikael Cho y Domenico Loia en Unsplash
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